martes, 5 de febrero de 2008

Un 4 de febrero para la historia


Tal vez el aspecto más representativo de la marcha del pasado lunes, para los medios de comunicación nacionales fue su origen. No hubo emisión de noticias, publicación en prensa, o emisión radial en la que no se mencionara con especial énfasis que todo había surgido de un portal de Internet llamado Facebook.
Inmediatamente después tomaba protagonismo el hecho de que sus promotores fueran jóvenes, que no manifestaban estar representado partido político alguno.
Esto obedece a que si bien esta herramienta virtual es utilizada por personas de todas las edades, hay una supremacía por parte de los adolescentes, según cifras entregadas por Yahoo España el 49% de los jóvenes pasan conectados a la we mínimo dos horas diarias y un 69% no imagina su vida sin internet.

Estos valores podrían sugerir que si la iniciativa no hubiera nacido de un portal en la web, que esta muy de moda por estos días, con mas de 60 millones de personas inscritas alrededor del mundo, tal vez no hubiera obtenido una respuesta tan positiva o no hubiera despertado tanto respaldo.

Luego los medios de comunicación tradicionales fueron los encargados de hacer eco a la propuesta y difundirla entre aquellos que aun no se familiarizan con el internet. Al mismo tiempo que se propagaba la idea de potestar pacificamente, circularon correos electrónicos que alentaban o rechazaban la propuesta. Sin embargo, no importó cuantos leyeron estas consignas, la marcha se llevo a cabo con total éxito y lo más importante con una participación excepcional del pueblo colombiano.
Uno de los mensaje más claros emitidos por los colombianos fue la negación de las FARC como el ejército del pueblo. Ahora surgen interrogantes, sobre las consecuencias de esta marcha, si se quedará en un día memorable para el país, si ejercerá presión en el gobierno colombiano para concretar un acuerdo humanitario o si se incrementará el apoyo por parte de los otros países... quien sabe. No queda más que esperar.
*Imagen tomada de www.eltiempo.com

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