La tecnología puesta al servicio de la comunicación, ha dado paso a una nueva era del ejercicio periodístico, cuya permisa fundamental es la inmediatez, nos referimos al “Periodismo Digital” o “Periodismo Online”; tan famoso y solicitado en estos días, tanto por los profesionales de este campo, como por los lectores asiduos de información noticiosa.
El hecho de vivir en un mundo que avanza a pasos agigantados, que mantiene la desigualdad entre los que lo tienen todo y los que sobreviven sin nada, en un mundo en el que el Internet, al mismo tiempo que desplaza la interacción persona a persona, se posiciona como la herramienta ideal para comunicarnos y caminar al ritmo acelerado de hoy; hace que seamos víctimas del bombardeo de información diario que producen los medios virtuales y que no tengamos tiempo de reflexionar sobre lo que esta sucediendo, y que nuestro papel como lector se limite simplemente a consumir enteras las noticias que nos dan.
Según una investigación realizada por los periodistas Julio César Guzmán y Guillermo Franco, que contó con el apoyo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Grupo Diarios de América (GDA), y la Fundación para el Nuevo Periodismo Hispanoamericano, dirigida por Gabriel García Márquez, se encuestaron a 70 periódicos virtuales de Latinoamérica, los directores de estos medios aseguraban actualizar su información de la siguiente manera: un 4% actualizaba cada 24 horas, mientras el 61% actualizaba cada 15 horas. Estas cifras dan por sentado que diariamente podemos recibir entre una y dos versiones de una misma noticia, provenientes de un mismo medio de comunicación.
Es por eso que la información al alcance de un clic se puede considerar un arma de doble filo.
Las noticias colgadas en la web tienen tras de sí una serie de críticas bien fundamentadas, tales como: que no son información veraz que haya surgido de un trabajo cuidadoso de reportería, o que carecen de profundidad. Por ellos es que los periodistas que trabajan en medios virtuales son conocidos como “periodistas de escritorio” pues su labor muchas veces se limita, a contactar telefónicamente a la fuente o a copiar y pegar la información que salió publicada en la edición escrita del periódico.
El Internet al alcance de todos, ha contribuido a la proliferación de “periodistas virtuales”, nacidos de la noche a la mañana, que un buen día se vieron frente a su computador personal, y motivados por el anonimato que ofrece la web, abrieron un blog, de manera gratuita, y empezaron a escribir cuanta cosa se les ocurrió.
Y es que precisamente los blogs han contribuido enormemente a que el periodismo sea una profesión de todos y el encontrar información completa, verídica y fundamentada en hechos reales sea una labor compleja.
Bien lo afirma el periodista Mark Briggs, especialista en medios digitales al plantear el siguiente interrogante “¿Puede enviar un archivo anexo en un correo electrónico? Entonces, tiene lo que se necesita para publicar un blog con imágenes.” Cabe recalcar que no sólo en blogs se encuentra información superficial, también en medios virtuales legalmente constituidos con periodistas reales, se puede ofrecer información de este tipo.
Con el panorama planteado así surgen diversos interrogantes como ¿Quién se hace responsable por dicha información?, En caso de que se atente contra el nombre de una persona en particular ¿a quién se le pide la rectificación correspondiente?, ¿existe alguna normatividad que deban cumplir los medios virtuales? ¿La ética de los medios digitales es la misma que aplica para los demás medios de comunicación?
En las siguientes líneas se intentará dar respuesta a estas preguntas.
¿Quién se hace responsable por dicha información? Para Camilo Sixto, editor del tiempo.com, uno de los portales de noticias más visitados del país y de Latinoamérica, el medio siempre debe responsabilizarse de cuanta información se publique allí, entiéndase información no sólo como noticias, sino también como encuestas, publicidad, fotografías, etc.
Hacerse responsable significa que el medio asuma los errores de sus periodistas como suyos y actúen en conjunto.
Sixto también cita una excepción a la regla y es el espacio dedicado a los comentarios de los lectores después de cada noticia. En este caso en particular el medio se “cura en salud” al decir que las opiniones allí expresadas son responsabilidad de quien las escribe.
En caso de que se atente contra el nombre de una persona en particular ¿a quién se le pide la rectificación correspondiente?
La rectificación depende de a quien se le pida, es decir, si se le pide a un medio legalmente constituido, la rectificación requerida por el lector se hará, sin embargo cuando la información errónea figura en un blog, la misma informalidad de este espacio hará de esta tarea toda una hazaña.
¿Existe alguna normatividad que deban cumplir los medios virtuales?
Para esta pregunta hay dos posibles respuestas; una de ellas la aporta Camilo Sixto, al decir que el medio se ciñe a la normatividad colombiana, que reglamenta aspectos tales como la aparición de los menores de edad, manejo de fuentes, etc.
Otra posible respuesta la aporta Gerardo Albarrán de Alba, en su texto La figura del Defensor del Lector en los Medios Virtuales, al hablar de un “ombudsman” o defensor del lector, a quien define como “una persona contratada específicamente para representar los intereses del público ante un medio y gestionar sus quejas particulares por coberturas y tratamientos periodísticos determinados”. Este personaje puede ser una persona de la redacción del medio, alguien jubilado en este campo, pero sobretodo una persona que goce de gran credibilidad ante los consumidores de información.
El prescindir de esta figura, que nació en Japón hace más de 80 años, puede repercutir en la vigencia de un determinado portal de noticias, entre los lectores.
Lamentablemente esta figura no es muy popular en Colombia, no para los medios virtuales, debido a que estos son relativamente nuevos en el país.
¿La ética de los medios digitales es la misma que aplica para los demás medios de comunicación?
Cada profesión tiene sus parámetros éticos, es así como el periodismo no importa su modalidad tiene una misma ética que cobija su ejercicio.
En palabras de Gerardo Albarrán “el internet no inventa ni el periodismo ni la ética. Por el contrario, reporteros y editores surgidos de medios impresos y electrónicos han llevado consigo a los nuevos medios en línea un bagaje ético construido a lo largo del siglo XX y que responde a las bases axiológicas del periodismo, sin importar la plataforma que utilice”.
La ética periodística debe partir del hecho básico de que esta es una labor social, y siempre debe estar enfocada hacía el bienestar de las personas, por ende cualquier acción que vaya en contra de ellas se pude considerar una acción anti-ética.
Ante este panorama, los lectores que en medio de la gran oferta de información promueven su pensamiento crítico, han empezado a utilizar ese anonimato que ofrece Internet, para hacer públicas sus quejas en ocasiones usando un lenguaje tosco y ofensivo, en el único espacio que los medios virtuales les dejan en sus manos: en la sección de comentarios de las noticias.
Solo en las circunstancias actuales se puede afirmar que estamos tan informados como desinformados.
Y ahora cabe preguntar ¿Si los medios diseñados para informar, por circunstancias ya nombradas anteriormente, están desinformando, se podría calificar esto como un hecho que va contra la ética periodística?
*Imagenes tomadas de: www.linexus0.unsl.edu.ar, www.edita-t.com
